jueves, 14 de mayo de 2009

Cosas de España

Cuando se vive por algunos años en un país, las cosas que a principio te llamaban mucho la atención pasan a ser cosas normales y parte de tu vida cotidiana. Total: ya no te llaman la atención. Si llegas a este punto, hace falta que alguien que venga de otra cultura se espante con lo que ve, y eso te haga recordar que un día tu también te has espantando con lo que ves. O si vas a conocer otras culturas y ves cosas distintas de las que ves en tu cotidiano, te acuerdas que lo “normal” es apenas una cosa que pasa con mucha frecuencia y que es aceptada por la mayoría de la gente…

Doy toda esta vuelta para decir que me llama mucho la atención el hecho de pedir un sándwich con huevo en un bar, y que me lo traigan con un huevo frito y la rebanada del pan con un circulo cortado, de manera que la yema del huevo se vea desde fuera. La primera ve que he visto una pizza con un huevo frito en el medio me eché a reír… En Brasil, tanto en las pizzas como en los sándwiches se sirven huevos duros troceados… Cuando el fin de semana pasado escuché a una chica de Sudamérica comentar sobre lo raro que le parecían los sándwiches con el agujerito para la yema del huevo, comprendí que yo no era la única a reflexionar sobre este tema…

Encontrar muebles de todos los tipos en la basura también es, como mínimo, curioso. Todavía me lama la atención pasear por las calles y encontrarme con un sofá, una silla vieja o una puerta de armario al lado del cubo de basura. Y conozco a gente aquí en Madrid que ha montado parte de su casa con muebles recogidos en la basura…

Lo bueno de vivir es distintos sitios es esto: poco a poco, aprendes a tratar como algo nuevo y singular a las costumbres y a los hábitos de la gente. Cambiar de “chip” y intentar ponerse en el lugar de cada persona puede no ser muy sencillo, pero estoy segura de que merece la pena – sin perder el “derecho” a espantarse con lo que ves…

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