Este fin de semana en mis clases del master hablamos de innovación. Según el profesor, lo más complicado no es tener una idea innovadora, arriesgada y original, sino llevarla a cabo. Entre tener una buena idea y ejecutarla puede pasar un período largo y con muchas complicaciones, por esto la mayoría de las “innovaciones” no sale del cajón dónde están depositadas otras muy buenas ideas que casi nunca saldrán del papel.
También en la clase, salio el tema de lo innovador que fue cambiar las botellas de vidrio retornables por las típicas botellas plásticas en tamaño pequeño, ligeras y fáciles de cargar a cualquier lado. Yo pensaba que en todos los sitios las botellas de plástico ya dominaban completamente el mercado, pero una chica de Uruguay nos ha comentado que en su país es normal ir al supermercado cargado de botellas de vidrio para cambiarlas por dinero. Según ella, se meten las botellas en una máquina, y te sale un ticket con un descuento equivalente al precio de las botellas que has devuelto, y lo puedes utilizar en tu siguiente compra. La mentalidad es la siguiente: “¿Por qué voy a pagar más por la bebida, si puedo devolver una botella que tengo en casa y comprar la nueva bebida a precio más barato?”.
Esa imagen de la persona yendo cargada de botellas de vidrio al super me hace volver a mi infancia, cuando en Brasil todavía se cambiaba muy a menudo las botellas en las tiendas. Ahora ya no se hace eso – los restaurantes y bares a lo mejor sí, pero a nadie más se le ocurre no entrar no hacer las compras ahora mismo y pasar antes por casa para recoger las botellas a cambiar… Pensando mejor, con todo lo que se habla actualmente de hacer “lo ecológicamente correcto”, ¿lo innovador es reciclar o no?
También he visto algo en el supermercado que me llamó la atención: comida japonesa congelada. A lo mejor en Japón coger una caja de sushi en el congelador como un elemento más de la compra es algo normal y corriente, pero a mí me llamó la atención. Creo que la comida japonesa, aunque sea cruda, sabrá mejor recién echa y no congelada, pero como mínimo es una idea original.
Para terminar con el tema de la innovación, desde mí último post he innovado en mi vida personal: ¡he hecho topless en la piscina! Los que han leído my post anterior se habrán enterado de mi espanto al ver las mujeres en topless en España cuando llegué aquí hace años. Y ahora yo misma…Una vez más, concluyo que la cultura influye bastante en lo que es considerado “normal” o no en un sitio. Hacer topless para mí fue algo totalmente innovador, osado, distinto, pero quizás para los que lean esto sea algo de lo más normal.
Está bien arriesgarse y cambiar de vez en cuando, aunque sea en las mínimas cosas…
Yo ya tenía un perfil en otro programa del mismo estilo llamado Orkut. El éxito que tiene esta rede social en Brasil es inmenso, y ya lo tengo hace unos años. El Facebook lo he conocido en Europa, pero ahora ya encuentro a varios de mis amigos de Brasil también en Facebook.
Tengo mis restricciones personales a los programas de este tipo. Ya escuché algunas historias de gente que ha tenido problemas por mal uso de su imagen o alguna información personal que estaba en su página, pero sigo “corriendo el riesgo”.
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