sábado, 7 de noviembre de 2009

¿Conocer más es dudar más?

Cada vez tengo más claro que, a medida en que conocemos cosas nuevas, realidades distintas y posibilidades hasta entonces impensadas, mas dudas nos entran. Si un conoce solamente a una realidad, esta es la manera como se plantea su vida. Pero si uno ha viajado el mundo y sabe que hay modos de vida distintos en otros sitios, aumenta su abanico de posibilidades de eligir lo que el quiere para si mismo.
Puede parecer algo confuso, pero creo que los que han vivido en distintos países alguna vez habrán tenido las mismas dudas que yo. Si te vas solamente de viaje a un sitio nuevo a lo mejor no te da tiempo de conocer el cotidiano real de las personas que viven allí, pero se te quedas a vivir, experimentas cosas nuevas, buenas y malas, y esto te posibilidad una mirada distinta sobre la vida, tus objetivos y prioridades personales.

Conozco a gente que ha vivido fuera varios años y en algún momento ha tenido, no sé bien cómo, la certeza de que su tiempo allí se había terminado. Es increíble la seguridad con que estas personas comparten comigo este momento. Ellas relatan no tener dudas de que era hora de volver a casa, y se muestran contentos con la decisión tomada. Los aprendizajes, amistades y conocimientos, eso sí, se los llevan con ellos “en la maleta”. Llamaremos a esta situación, por llamarla de alguna manera, de “Situación A”.Otros me han dicho que, al cambiarse de país, han finalmente encontrado el sitio dónde están verdaderamente a gusto. Algunos han tardado más que otros a encontrar este lugar dónde, de alguna manera, siempre han querido estar, pero lo han encontrado. Lo importante es que esta gente ha construido su nueva vida allí, sus raíces, y no se plantea otra “vuelta a la tierra natal” que no sea por vacaciones. Llamaremos a este caso de “Situación B”.

Entre estos dos extremos, están personas como yo: gente normal y cotidiana que, felizmente o infelizmente, tenemos dudas. Dudas sobre dónde queremos estar, porque tenemos más de una opción que aparentemente nos pueden hacer felices. Dudas porque la “vuelta a casa” es una posibilidad siempre acogedora y segura, pero el “lanzarse por el mundo” nos llena los ojos y nos deja con ganas de conocer siempre más. Esta será nuestra “Situación C”.
Admiro a la gente que ha tomado la decisión de estar dónde quiere estar. Más que eso: admiro la gente que vive feliz y desfruta de la decisión tomada. Porque el acto de eligir puede parecer demasiado complejo, delicado y a la vez doloroso, pero lo más interesante es lo que viene después de la decisión, es decir, la vida que tienes por delante como consecuencia de esta decisión.

Por los sitios donde he pasado he conocido a personas en las situaciones A, B y C. Estas situaciones no son eternas y inmutables, porque uno siempre puede, en algún momento, cambiar de opinión y pasar de la situación A a la B, o de la C a la B, o cualquier otra posibilidad.

Todo es dinámico y los cambios son muchas veces inevitables. Y si es así, lo mejor quizás sea vivir de la mejor manera posible, independiente de la situación en que te encuentres.
Sufrir menos y desfrutar más. Escribirlo es más sencillo que vivirlo, pero por lo menos ya es un comienzo…

1 comentario:

Antonio Balsera dijo...

Vivir es tomar decisiones y tomar decisiones es, a su vez, dudar y decidir.

Si dudas es porque estás viva, porque quieres vivir y disfrutar de la vida.

Tener miedo ante una decisión es muy normal, muy humano, pero no debemos dejar que el miedo tome las decisiones en nuestro lugar.

Sabes donde me tienes para poder afrontar el miedo juntos.