jueves, 2 de junio de 2011

India

El primer país de Asia que he visitado fue India, más específicamente el estado de Goa. Esta región fue colonizada por los Portugueses durante 400 años hasta hace 40 años, y todavía se nota mucha influencia portuguesa y europea (por ejemplo, en la construcción de algunas casas e iglesias). La parte norte de Goa es la zona más movida,  donde está la vida nocturna,  el sur es más tranquilo.


Algunas personas que han estado en otras partes de India dicen que Goa no es “la verdadera India”, ya que es muy diferente del resto del país, al estar muy “europeizada”. De hecho, muchas personas nativas tienen  nombres de origen portugués, como “Menino DCosta”, Sebastiao Boni Fernandes, Fabio Fernandes, Aleixo Carvalho, algunos incluso tienen la ciudadanía lusitana, pero no hablan nada de portugués. Lo que no han perdido es la apariencia india característica: piel marrón oscura, ojos y pelo muy negros.


La religión principal en India es el Hinduismo, pero en Goa hay muchos católicos. Aún así, muchas mujeres se visten con el Saari – 5 metros de tela, generalmente muy coloridos, que se ponen envolviéndolo por el cuerpo, lo prenden en la ropa interior y lo usan con una camiseta por debajo.


Otra ropa típica para las mujeres es el Kurta, un tipo de bata que puede llegar hasta la rodilla o la cintura, de manga larga o manga corta, que se usa con pantalón largo y con una bufanda ligera a juego.


Según me han comentado allí, las mujeres hindúes casadas utilizan un “tercer ojo rojo”, es decir, un círculo rojo entre los ojos justo por encima de la nariz. Si una mujer utiliza el “tercer ojo” de otro color, es más por estilo que por cualquier otro motivo. Los niños pequeños suelen llevar un círculo negro en algún punto de la cara con la función de “espantar el diablo”. Además, se pintan de negro la raya de los ojos “para alejar a los insectos” y porque “es bueno para la vista”.


En Goa, los cortes de luz son muy comunes cada día. Normalmente son cortes breves que duran apenas 30 segundos, pero que ocurren con mucha frecuencia (he llegado a presenciar cuatro cortes de luz en menos de 30 minutos). En el hotel en que me alojé había un generador potente, de manera que los cortes no me afectaban demasiado. Lo malo fue que me quedé atrapada en el ascensor del edificio en que estaba trabajando, por culpa de un corte de luz que duró por lo menos unos 5 minutos – con el calor que hacía, y en un espacio tan pequeño, os puedo asegurar que fue una de las peores experiencias del viaje…


La piscina del hotel

*** Más detalles sobre mi viaje en el siguiente post.

No hay comentarios: